Es preciso iniciar este post reconociendo que nunca pensamos tanto en la muerte sino cuando toca de cerca y es en esos momentos donde acudimos irremediablemente a nuestra memoria selectiva y escogemos disfrutar de los buenos momentos vividos, reconociendo a la vez lo bendecidos que somos de tener ese primer respiro fuera del vientre materno, al nacer. Es un momento de revisión interna, donde ante la perdida de un ser querido, volteamos a revisar nuestra propia trayectoria y agradecemos estar vivos.
Así como la vida es un milagro; formarse dentro del vientre materno respirando como peces bajo el agua, (que cosa contradictoria, que algunos luego no sepamos nadar), tener nuestras extremidades y órganos a tono y finalmente salir de ese cuerpo de albergue para abrir los ojos al mundo y respirar; también la muerte, por fe, representa un milagro, un cambio de traje y una nueva vida mucho mas llevadera y especial.
Pero que complicado se hace este tema frente al dolor de la perdida!!
En estos tiempos, donde la pandemia reinante se ha llevado tantos amigos, familiares y personajes públicos, el tema se hace recurrente, doloroso e impreciso...
He pasado por varias perdidas importantes en mi vida, pero hay una particular que resguarde y tuve la bendición de acompañar a minutos del ultimo suspiro, que cambió mi visión y también mi temor ante la presencia inevitable de la muerte... mi abuela materna...
La historia con ella me lleva a mis primeros recuerdos, señal de que siempre estuvo presente... no hay historia en mi vida que no tenga su recuerdo en mi. Mi abuela fue una mujer muy fuerte físicamente hablando, a pesar de haber padecido una enfermedad crónica desde infante que debilitaba su sistema inmunologico. Su carácter era especialmente suave, dulce; todos contaban con Rita!.
Al pasar los años finalmente enfermo...un Linfoma no Hodgkin fue apagando su mirada y aun así su fortaleza no cesaba, solo a ratos cuando el dolor le vencía.
Rita fue una mujer muy creyente de la fe, se aferraba a Dios para todo en la vida, creo que incluso para despedirse y viendo ese trayecto durante su enfermedad, pude comenzar a entender cuando el cuerpo físico comienza a pesarte y asumo que comienzas a hacer tus primeras pases con la muerte, pidiendo que sea benevolente contigo y no te haga sufrir demasiado.
Hay personas que dedican su vida a organizar su muerte...cosa difícil de entender, porque a mi me afectaba, por ejemplo, solo la idea de pagar un plan funerario con anticipación...aunque si consideramos que lo único seguro que tenemos en vida es que vamos a morir, es un acto mas que responsable en que pensar.
Por el contrario hay muchas otras despedidas que no pueden anticiparse y son esas muertes tempranas o repentinas, las que no se esperan, esas que se han vuelto comunes en nuestros días de forma lamentable, elevando estadísticas frías y son las que golpean mas fuerte..
Desde cualquier punto de vista, la muerte siempre es una estocada al alma, una sensación de vacío y una búsqueda de respuestas que tardan en llegar.
Quiero compartirles mi experiencia en la despedida de Rita, mi abuela... era de madrugada, ella estaba muy inquieta en la cama que compartíamos ese día...mientras yo recibía indicaciones medicas por teléfono para aliviar su dolor, ella me acariciaba la espalda, no me miraba solo se mecía y se quejaba casi en silencio... algo me decía que no faltaba mucho mas rato para despedirla y organice con mi hermana la búsqueda para llevarla al centro de salud para "hacer algo mas"... en un momento que recuerdo como un vídeo clarisimo con frecuencia, Rita dejo de moverse...relajo sus piernas y sus facciones del rostro...una paz inmensa se apodero de ella, una calma increíble y comenzó a tener una conversación con alguien, a quien mis ojos no podían percibir, pero cuya presencia sentía en mi corazón agitado...Rita solo respondía preguntas con un "Si" asintiendo ademas con su cabeza...juro que en ese momento di gracias al o los presentes por acompañarla y venir a buscarla para hacer mas feliz el recorrido...tal vez le preguntaban si estaba preparada?...nunca lo sabre...
Su madre?, otros familiares?;...su ángel de la Guarda?...no se quién...pero se que para ella fue importante y una razón para relajarse... desde ese instante comenzó a apagarse y aunque logramos llegar al centro asistencial, a los pocos minutos la despedimos...le bese la frente...acaricie sus brazos y presencie por primera vez en mi vida el descanso eterno.
El dolor? ...inevitable! ...el llanto profundo, interno y desgarrador, la sensación de vacío, las respuestas? todas en mi caso...sabia por qué había pasado y todo lo que ella había luchado tras muchos meses de inmunoterapia... tras los funerales...solo silencio y la protección y el acompañamiento a mi madre.
Qué reflexioné en los meses posteriores y cambió mi visión de la muerte hasta este momento?...nunca te despides de tu cuerpo físico en soledad...siempre hay seres que te reciben y te acompañan hasta elevarte a lo mas alto. El espíritu que es nuestro verdadero ser, se viste de ropa de piel al nacer...y al momento de morir solo dejamos ese traje y nos cubrimos de un manto celestial hermoso y ligero. La vida se nos es dada para cumplir una o varias misiones y al terminar regresamos a la casa del padre; estas misiones a veces impactan con nuestro propio ejemplo y en ocasiones solo servimos de instrumentos para la misión de otros. Como Ángeles del cielo nos encargamos de la protección de los nuestros, aunque suene cliché decirlo...
Como manejar el dolor ante la perdida?, es un tema muy personal y una experiencia individual, que va asociada a las creencias, a las costumbres familiares y a las experiencias de cerca con la muerte.
La muerte siempre genera un quiebre... que no se puede explicar con palabras...podríamos decir que "duele el alma"...
Por todas mis perdidas recientes y antiguas, por el vuelo alto del que parte, en especial el de Alejandro..., por la fortaleza de los que reciben el impacto y extrañaran en primera linea...por la fe que nos habla de la transición después de la muerte, por la calma que solo trae el tiempo, por la continuidad en vida de los buenos legados...
Paz y Bien!